Para algunos supera a las ensaimadas, para otros supera hasta al chorizo… la sobrasada es el sabor de Baleares y aunque carece de denominación de origen sí que cuenta con el sello de indicación geográfica, garantía de calidad y símbolo de confianza.
Su receta no es ningún secreto, tampoco es complicada, pero precisamente en su sencillez reside su maestría. Esta genial combinación se compone de carne de cerdo, pimentón y pimienta negra. También lleva una pizca de sal que le da ese toque perfecto, inigualable.
Se puede consumir sola, untada en pan o como parte de algún plato, complementando a carnes y hortalizas. A la hora de comprarla podemos elegir entre diferentes formatos, aunque los más habituales son la pasta, la longaniza o la cular.
A pesar de su aspecto cremoso, debido a la trituración del producto, no es un alimento que se consuma crudo, sino que su proceso de elaboración conlleva una etapa de maduración y una posterior curación, que no llega a ser tan larga sin embargo como en otro tipo de embutidos (por ejemplo los ibéricos).
Este alimento lleva en la isla varios siglos y hace décadas que se envía a la península e incluso a otros países, debido a su creciente demanda.