Si hay una construcción emblemática y espectacular en Mallorca y en todo el Mediterráneo, esta es la Catedral de Mallorca, una obra que parte de un proyecto gótico tras la reconquista de la Isla en 1229/30 por las tropas aragonesas, que se “casi†completa en la primera mitad del siglo XIV, con un rosetón que es el más amplio de todo el gótico europeo,  y que en los siglos XVII y sobre todo en el XX por Gaudí, termina siendo lo que vemos ahora, uno de los monumentos más bellos de todos los tiempos.
Su actual emplazamiento, que podemos ver en la entrada principal a la antigua Palma de Mallorca, en la Edad Media, lo constituían una gran mezquita rodeada de defensas amuralladas, que formaban parte de la villa ya en tiempos romanos, de ahí que todavía hoy en día se puedan descubrir restos de calzadas, muros y materiales en el casco antiguo de épocas que van desde estilos de la Roma Imperial, románico, musulmana, mudéjar, renacentista, etc., diseminados sin orden ni concierto, debido a las continuas reformas urbanísticas que en cada período se ha practicado, y cuyo mejor ejemplo es la misma Catedral, que es como un “cóctel del tiempo†de todos estos estilos, aunque predomine el neogótico esencialmente.
Gaudí, consiguió devolverle a la construcción su aspecto gótico, es decir, su verticalidad y luminosidad, destruyó las separaciones entre las naves principales, de estilo mudéjar, y abrió unos ventanales vitrales de colores más grandes. Claro, esta intervención del genio catalán no fue del gusto de todos (a mi como amante de la Historia, tampoco me haría mucha gracia), y presentó la dimisión en el año 1912, tras casi 10 años de trabajos.
Por fortuna, existen imágenes en fotografía de cómo era el interior de la Catedral y poder reconocer las influencias y la distribución de los ornamentos, ya que después de Gaudí se siguió cambiando las cosas de sitio y destruyendo muchos detalles. En el museo de la Catedral encontraremos más información. Â Pero tampoco quiero desmerecer la labor artística de nadie, reconociendo que el actual estado de la Catedral es suficientemente grandioso y bello como pocas catedrales del mundo.